
Cuando te mencionan una lasaña… ¿No se te hace agua la boca? Una delicia de origen italiana que nos ofrece un platillo sabroso, económico y sencillo. Sin embargo, su elaboración requiere de técnicas precisas con más de un secretico para que todas las capas repletas de sabor queden consistentes, ricas y estéticamente simétricas.
Al prepararlas en casa siempre se nos escapan un par de detalles que debemos corregir para conseguir una lasaña de ensueño que deje con ganas de más a todos tus comensales. No es difícil, solo requiere de atención a los detalles. ¿Listo para tomar nota de los errores que solemos cometer para que los elimines para siempre de tu procedimiento gastronómico culinario? ¡Empecemos!
No saber cómo elaborar pasta fresca
Es cierto que con ir al supermercado nos basta para obtener estas láminas de pasta y si bien supone ventajas en cuanto a ahorro de tiempo y conservación del alimento, no existe nada mejor que hacer la tuya propia porque el sabor será mejor y la textura más suave.
Para elaborar una fantástica pasta fresca solo bastará harina, huevo y el amasado correcto para no pasarse demasiado, de forma envolvente hasta que no se pegue a tus dedos. Hazla con horas de antelación y déjala reposar envuelta en papel film durante media hora para obtener un resultado uniforme y fuerte.
No humedecer suficiente las láminas de pasta
Sin importar el tipo de pasta que utilices, la técnica de la humidificación es esencial para que esta tenga la consistencia que se requiere, ni tan blanda ni tan dura porque este pequeño error se notará cuando esté lista.
Lo ideal es escaldar las láminas unos minutos en agua salada en su punto de ebullición. Un error que es muy común es meterlas todas de un solo puñado, hay que hacerlo poco a poco para que no se peguen. Al sacarlas, ponlas en agua con hielo para que se enfríen y posteriormente sécalas en un paño que destines para ello. Si te saltas este procedimiento, la hechura de tu lasaña será más complicada y trabajosa. Haz las cosas con calma y amor para un acabado exquisito.
Usar quesos acuosos
Al hacer la tradicional de boloñesa debes utilizar queso parmesano por su consistencia dura y granular que será el mejor para gratinar y obtener ese sabor único. Lo que los chefs más expertos recomiendan es utilizar parmesano curado de 24 a 36 meses, y bajo ningún motivo debe añadirse o sustituirse por quesos de texturas más blandas y acuosas como la mozzarella, por ejemplo. Y siempre asegúrate de usar productos de poca calidad. Sin importar la versión que vayas a realizar, procura utilizar los ingredientes recomendados y tradicionales.
Utilizar la carne incorrecta
La lasaña convencional debe llevar una parte picada de carne de ternera y otra de cerdo, no se debe usar solomillo o eliminar la de cerdo. Esta combinación es necesaria para añadirle a la lasaña melosidad y no elaborar un platillo seco. También es aconsejable cocinar con las partes noble de vacuno para hacer del procedimiento más eficiente.
Echar a destiempo el tomate
El tomate no debe incorporarse en el sofrito, este debe estar ligado con la salda de carne y las verduras para aportarle sabor y humedad, por lo que es el ingrediente que se cocina al final.
Hay que pochar primero en aceite de oliva durante 10 minutos a fuego lento las verduras, específicamente cebolla, apio, ajo y zanahoria. Luego se le añade la carta y al cocer, se le debe agregar un toque de vino de la preferencia de la persona, y cuando éste se empiece a evaporar, es que llega el turno del tomate rallado o licuado. La boloñesa lleva su tiempo y debes dedicarte a ella, ¡nada de apuros!
Darle una altura inadecuada
Al empezar con el montaje de las capas en la bandeja que van al horno nos suceden uno de dos panoramas: queda muy pequeña como si fuese u sándwich o por el contrario muy elevada corriendo el riesgo de desmontarse y regando por doquier todos los ingredientes al servir. Para que esto no te suceda, lo ideal es que la armes de 7 a 8 pisos, si quieres uno más. ¡Pero hasta allí!
Problemas con el relleno
Al armar nuestra lasaña capa a capa es importante que le coloques el relleno ideal, a veces nos quedamos cortos y en ocasiones le echamos demasiado. Lo mejor es que entre láminas haya medio centímetro entre la boloñesa y la bechamel. Primero va la bechamel bien esparcida y encima la capa de boloñesa con el queso rallado, y luego otra capa de pasta, y así sucesivamente hasta terminar. Ni más ni menos. Pero en el tope sí debes agregar mucho más parmesano para conseguir el efecto de gratinado que tanto nos gusta.
No taparla cuando va al horno
Cuando se monte debe hornearse durante 20 minutos a 180 grados si ha sido precocinada. Los chefs recomiendan taparla con papel aluminio los primeros 15 minutos de cocción para que mantenga la humedad. A los últimos minutos dale un golpe de grill para que quede bien crujiente y estará lista para servir.
¿Te identificaste con algún error? Es normal y no pasa nada, por eso en esta guía te indicamos los fallos más comunes y los mejores trucos y recomendaciones para enmendarlos. Ahora saca todos los ingredientes y prepara una deliciosa lasaña como todo un profesional y sorprende a todos con los nuevos y mejorados resultados. ¿No se te hace agua la boca?
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