
Desde aprender a no enjuagar la pasta después de escurrirla, hasta utilizar un recipiente para la basura, podrías empezar una hoja de cálculo de consejos de cocina y nunca te quedarías sin ideas. Algunos consejos de cocina son tan sencillos que, una vez que los aprendes, no puedes imaginar cómo hacías una receta. Por eso he hecho esta lista. Memoriza estos consejos y te garantizo que tu próxima comida será un éxito rotundo. Si necesitas algún accesorio para tu cocina, no pierdas la oportunidad de visitar Boomattitude.es
1. Lee Toda la Receta
Lo diré hasta el cansancio. Si vas a cocinar a partir de una receta, el mejor consejo que puedo darte es que la leas entera antes de empezar a cocinar. Esto no sólo te ayudará a comprender mejor el aspecto y el sabor del plato final, sino que también podrás saber qué ollas, sartenes y utensilios necesitas, así como captar instrucciones importantes como “marinar durante la noche.”
2. Prepara tu Sitio de Trabajo
Mise en place es un término francés que significa literalmente “poner en su sitio”. También se refiere a la forma en que los cocineros de las cocinas profesionales y los restaurantes preparan sus puestos de trabajo: primero reúnen todos los ingredientes para una receta, los preparan parcialmente (como medir y cortar) y los colocan cerca unos de otros. Preparar la mise en place antes de cocinar es otro de los mejores consejos para los cocineros caseros, ya que ayuda mucho a la organización. Te garantizará que nunca te olvides de añadir un ingrediente y te ahorrará tiempo de ir y venir de la despensa diez veces.
3. Afila siempre los Cuchillos
No temas a los cuchillos afilados. ¿Pueden darte un corte feo? Por supuesto. Pero está demostrado que los cuchillos sin filo son más peligrosos. Son más propensos a resbalar al cortar, lo que aumenta la posibilidad de cortarse. Si te comprometes a mantener los cuchillos afilados, también debes aprender a sujetar correctamente un cuchillo de cocinero, así como a sujetar los alimentos que estás cortando.
4. Condimentar Bien
Consejo principal: ¡sazona! tu! comida! La sal es la clave para que el sabor de los alimentos salte en la lengua. La mayoría de las recetas mencionan cuándo hay que añadir sal (y probablemente también pimienta), pero una buena regla general es añadir al menos una o dos pizcas al empezar a cocinar y otra al final. Tu paladar será la guía definitiva aquí, así que prueba a menudo.
5. Consigue un Centrifugador de Ensaladas
Hay quien dice que un centrifugador de ensalada es superfluo. Yo no soy una de esas personas. Vale, son voluminosas y algo molestas de limpiar, pero si tienes espacio para una olla, tienes espacio para una centrifugadora de ensalada. Una centrifugadora de ensaladas no sólo hace que lavar lechugas, hierbas y verduras sea un juego de niños, sino que las seca de forma mucho más eficiente de lo que podrían hacerlo las toallas.
6. Exprime los Cítricos para Sacarles más Jugo
A veces lo único que necesita un plato es un chorrito de limón o lima para llevarlo al siguiente nivel. Para sacar el máximo jugo a tus cítricos, enróllalos en una tabla de cortar antes de cortarlos o chequea los exprimidores disponibles en boomattitude.es. Te enamorarás!
7. Utiliza las Sartenes Adecuadas
Cuando una receta diga que hay que usar un determinado tipo de sartén, usa esa sartén. Si sólo tienes una sartén antiadherente, el mejor consejo que puedo darte es que esperes a una buena oferta en una tienda de cocina y te compres una sartén de acero inoxidable y otra de hierro fundido. También es inteligente reemplazar las sartenes antiadherentes baratas cada pocos años, ya que el recubrimiento puede desgastarse.
8. Seca las carnes, legumbres y verduras antes de cocinarlas
Consejo: el agua y el calor producen vapor, por lo que si intentas cocinar algo que aún está húmedo, no se cocinará correctamente. La carne debe ser palmeada con toallas de papel antes de echarla en la sartén, los garbanzos pueden ser escurridos en un colador y luego secados en una toalla antes de pasarlos a una sartén (esto también va para las verduras, menos la parte del colador).
9. No abarrotes la sartén
Tanto si se trata de hornear como de freír, es importante evitar que la sartén se llene de gente. Al igual que cuando las verduras o las proteínas se cocinan mientras están húmedas, cuando se amontonan en una sartén se cocinan al vapor en lugar de dorarse, lo que nunca es bueno.
10. Limpia sobre la marcha
En lugar de amontonar en el fregadero todos los platos y utensilios que has utilizado para preparar una comida para lavarlos cuando termines de comer (y no te olvides de limpiar las encimeras y los fogones), adopta el método de limpiar sobre la marcha. En lugar de dejar los recortes y las cáscaras de las verduras en la encimera, échalos en un gran cubo de basura para tirarlos fácilmente y evitar el desorden. ¿Tienes diez minutos libres mientras se asan las verduras? Haz diez minutos de lavado y limpieza.
11. Utiliza el congelador para algo más que las sobras
Ya sabes que puedes guardar las sobras en el congelador básicamente para siempre. Pero si haces sitio en tu congelador, también puede albergar una serie de artículos que te harán la vida más fácil. El jengibre congelado se mantendrá fresco durante más tiempo, además de ser más fácil de rallar en un microplane. La pasta de tomate, el caldo y las salsas pueden congelarse en cubitos de hielo y descongelarse fácilmente para las recetas. También puedes congelar la masa de galletas y tartas, las claras y yemas de huevo y los recortes de verduras (para el caldo) y utilizarlos cuando los necesites. El congelador también es un lugar privilegiado para guardar una bolsa de artículos que vayas a compostar, ya que el frío acaba con el olor y la descomposición.